Betty del Carmen Vásquez Rivera es una activista de Honduras. Fundó la red departamental de mujeres y el MAS (Movimiento Ambientalista Santabarbarense), centrado en los derechos de la mujer y las cuestiones medioambientales. Betty comparte su trayectoria de aprendizaje y lo que la inspira.
Soy Betty del Carmen Vásquez Rivera, del municipio de Petoa, Santa Bárbara. Soy fundadora de la Red Departamental de Mujeres y del MAS (Movimiento Ambientalista Santabarbarense), dos organizaciones que son pilares de mi activismo. También soy miembro del Foro de Mujeres por la Vida, del Centro de Derechos de la Mujer CDM y de Mesoamericanas en Resistencia. Trabajo como defensora de derechos humanos y ambientales, y también soy abogada.
Desde niña siempre me destaqué en actividades culturales y ambientales. Acompañaba a mi madre al club de amas de casa y a las reuniones a las que asistía. Mi madre y mi abuela han influido profundamente en mi vida con sus conocimientos y gustos. Como estudiante de secundaria, participé activamente en movimientos estudiantiles, lo que despertó mis raíces lencas. Soy luchadora y defensora de la vida; mi feminismo está enraizado en la defensa del territorio, desde el cuerpo de las mujeres hasta los bienes comunes lencas, tanto culturales como ambientales.
Después del golpe de Estado en Honduras en 2009, me organicé con el Frente Nacional de Resistencia Popular y me uní a Mujeres en Resistencia. Soy luchadora y no me limito a la teoría, sino que participo en un discurso político que se alinea con mis prácticas de vida. He trabajado junto a otras en Mujeres en Resistencia por el territorio Cuerpo y tierra. He participado en luchas ambientales, defendiendo la tierra, el territorio contra el extractivismo, así como el agua y oponiéndome a la minería. He coordinado numerosos talleres contra el extractivismo, el Cambio Climático y colaborado con redes de mujeres y defensoras.
Desde niña siempre me destaqué en actividades culturales y ambientales. Acompañaba a mi madre al club de amas de casa y a las reuniones a las que asistía. Mi madre y mi abuela han influido profundamente en mi vida en sus saberes y sabores. Durante estudiante de secundaria, participé activamente en movimientos estudiantiles, lo que despertó mis raíces lencas. Soy luchadora y defensora de la vida; mi feminismo está arraigado en la defensa del territorio, desde los cuerpos de las mujeres hasta los bienes comunes lencas, tanto culturales como medioambientales.
Después del golpe de Estado en Honduras en 2009, me organicé con el Frente Nacional de Resistencia Popular y me uní a Mujeres en Resistencia. He trabajado junto a otras en las Mujeres en Resistencia por por el territorio Cuerpo y tierra. He estado involucrada en luchas ambientales, defendiendo la tierra, el territorio ante el extractivismo. He coordinado numerosos talleres contra el extractivismo, el Cambio Climático y colaborado con redes de mujeres y personas defensoras.
Algunas inspiraciones provienen de convicciones profundas; amo la naturaleza.
Como mujer indigena lenca, me siento obligada a defender mis derechos y los del territorio. El espiritu feminista llama a la defensa de los derechos colectivos de la madre tierra.
Un punto de inflexión para mí fue encontrar la manera de globalizar las esperanzas, los sueños y las aspiraciones de las mujeres. Somos diversas, pero no dispersas, porque las fronteras no limitan, y la interculturalidad es la riqueza que cada una de nosotras aporta al espacio. Siempre recuerdo esta experiencia porque superé barreras geográficas, lingüísticas y alimentarias.
Este trabajo puede ser desafiante y complicado, pero lo que me inspira y motiva a seguir adelante es la conexión con otras mujeres y con la comunidad. Ver el impacto positivo de nuestras acciones y el apoyo mutuo que nos damos nos impulsa a seguir luchando. Además, mi amor por la naturaleza y la necesidad urgente de defender nuestros territorios son fuerzas poderosas que me hacen seguir adelante. La esperanza en un futuro mejor y la creencia en la posibilidad de crear un cambio real me motivan cada día.